El enésimo tiro por la culata del Thyssen

He dejado para otro momento la entrada en la que estaba trabajando para escribir esta otra porque la urgencia de la actualidad siempre manda y de ello no se escapa tampoco la gestión cultural.

El Museo Thyssen (parece que se la tengo jurada a esta institución, pero nada más lejos, los dioses me libren) ha vuelto a meter la pata. Esta vez en un ejercicio de torpeza de dimensiones titánicas que viene a evidenciar la poca conexión que muchas veces nuestras instituciones culturales tienen con la realidad:

En el marco de la Semana de los Museos (O #Museumweek) el Museo Thyssen ha querido acercarse al gran público mediante la aplicación Periscope abrazando una iniciativa de Twitter España y esas nuevas estrellas de internet  que son los youtubers; más concretamente con Srfortfast. En un principio puede parecer una buena idea, y de hecho lo es: utilizar un youtuber para acercar el museo a la audiencia que éste arrastra. ¡Bravo! ¡Es una idea fantástica! Sin ironías lo digo. Pero tratar de hacer un trasvase desde la audiencia de éste a la nuestra, requiere de una estrategia. No se puede dejar nada al azar. Y eso es lo que el museo ha hecho. Y, como era de esperar para alguien que tuviera dos dedos de frente, el tiro ha salido por la culata.

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¿A nadie se le ha ocurrido pensar que a la audiencia de este youtuber no se puede uno acercar si no es siguiendo las estrategias de éste? ¿y nadie ha visto que dichas estrategias no sirven para obtener los resultados que la institución quiere? ¿de verdad nadie ha previsto que más que beneficiar la imagen del museo, no sólo no iba a conseguir su objetivo, sino todo lo contrario?

El video ha expirado hace unas horas pero para que se haga una idea quien no lo haya podido ver, dura 25 minutos y las entrevistas se realizan en las salas del propio museo. Quizá las escogidas no hayan sido las que más juego podrían haber dado, pero dejemos ese dato a un lado. Srfortfast hace su papel, el que tiene que hacer: ser él mismo. Él se debe a su audiencia y ya está. No creo que tampoco se le pueda exigir otra cosa. Ahora bien, hay una diferencia enorme entre lo que él hace y la misión que le encarga Twitter: mientras sus videos son montados con una cuidada selección de lo que graba, Periscope va en directo. Zasca. Sin filtros. Sin poder cortar. Nadie del Thyssen parece que pudiera haber pensado en ello.

El fenómeno Youtuber arrastra a una audiencia particular formada mayoritariamente por jóvenes que manejan las redes sociales e internet con una soltura que nos deja, aún a la generación messenger, a la altura del betún . Cuando nosotros vamos, ellos han vuelto ya dos veces y nos han hecho 3 unfollows. Más todavía la de Srfortfast, que utiliza (en el buen sentido de la palabra) a los adolescentes como su materia prima. Son un público potencial interesantísimo pero que lamentablemente, por norma general, no se ha acercado mucho a los museos. Utilizar un medio que ellos consideran familiar como puede ser un youtuber es una idea genial, pero hay que contar con la complicidad de éste. Es decir, hay que explicarle a Srfortfast qué es lo que se pretende y qué objetivos tenemos porque puede que no sean los mismos que los nuestros y solo hace falta ver 20 segundos de cualquiera de sus videos para darse cuenta. Después de ver el Periscope, no parece que se le haya explicado nada. Casi parece que se le ha dado vía libre para que utilice el Museo como un escenario en el que liar alguna de las suyas esperando que esto redunde en una mayor visibilidad de la institución y un aumento del interés de los jóvenes por él.

ERROR.

Dejar en manos de terceros una de las tareas más importantes con los ojos cerrados es de un torpeza inadita

Srfortfast hace unas entrevistas que él considera correctas, pero que sin embargo desde el punto de vista de la gestión de públicos, son absolutamente inútiles, inapropiadas y absurdas ¿tiene que saberlo? pues no, naturalmente su trabajo no es ese. Habría que conocer si esas preguntas le vienen desde twitter, desde la institución o  se las ha sacado él de su sombrero. Si las preguntas vienen desde la institución…joder…habría que mirárselo…yo confío en que no sea así. Y si se las ha sacado del sombrero, también. Es tu museo, bueno, nuestro museo. ¿de verdad son pertinentes preguntas como «qué es el arte»? ¿OTRA VEZ?

A quien haya dado el visto bueno…Ole. Quiero tu cabecita en un bandeja de plata bien mona. ¿no hay en el Museo Thyssen, en Madrid, en España, en el mundo, mediadores culturales o responsables de comunicación y públicos en paro o en activo capaces de hacer una visita/entrevista que satisfaga a público, visitantes, profesionales e institución? ¿en serio? ¿EN SERIO JODER? Hay que ser torpe. No se puede dejar algo tan importante en manos de quien no se dedica a ello. Y menos, darle cobertura.

No voy a entrar en si está bien que vaya intentado vacilar a los visitantes chinos y luego se sienta conmovido y ceje en su empeño, o si está bien que emita juicios sobre las personas entrevistadas una vez ha terminado con ellas… si, lo voy a hacer: Me parece ser un capullo (ya podemos intuir todo aquello que no incluye en el montaje de sus videos) Si los responsables del Thyssen hubieran sabido que este era su estilo, probablemente, espero, no lo habrían tenido en consideración para acercar el museo al público. Pero es que descubrirlo no era nada complicado si se entra en su canal y se echa un vistazo de 30 segundos. Esto deja en evidencia el poco esmero que se ha puesto en la iniciativa. Deja en evidencia la chapuza. Deja en evidencia la ineptitud del/de la responsable. Otra oportunidad perdida para acercar la cultura a la gente.

La imagen del museo, para mi, ha quedado profundamente dañada. Y calla… y otorga… ni una sola comunicación vía RRSS desde ayer. En plena #museumweek. Ole, con ole y con ole.

Actualización: Han emitido comunicado de prensa con las pertinentes disculpas.

 

Y me he encontrado este post de Montaña Hurtado (@zapatosrosas) que también habla del tema.